DE LO QUE SUCEDE EN EL PILÓN,
TODOS LOS GRUPOS MUNICIPALES SON
RESPONSABLES
Después de tres meses de tregua, coincidiendo con las pasadas
elecciones generales, el Ayuntamiento de
Santander pone de nuevo en marcha la unidad de actuación en el barrio
de El Pilón. Situado en el punto más alto de la ciudad, en el paseo de General
Dávila frente al campo de fútbol
del antiguo cuartel, la actuación supone
expulsar a varias decenas de familias de sus casas para construir en este
emblemático espacio de la fisonomía y cultura santanderinas, 140 nuevas
viviendas en bloques de 8 alturas, derribando las viviendas de 3 alturas que
ahora existen.
Actuaciones como esta se prevén
en otros 90 lugares de la ciudad. Todo esto es posible gracias al Plan General
de Ordenación Urbana aprobado en 2.012. Este plan, hecho con la mentalidad de
los tiempos de la burbuja
inmobiliaria del año 2.004 y que ya
resultaba obsoleto cuando fue aprobado,
se caracteriza por aplicar una política de construcción sumamente agresiva para la adecuada
ordenación urbana de la ciudad y el interés general de sus vecinos, además de
ser contradictorio con la actual legislación estatal.
El actual Plan General no está
sirviendo para corregir los históricos errores cometidos y heredados del pasado, sino que está agravándolos y creando otros nuevos, al pretender
construir viviendas en toda la superficie del municipio hasta agotar el suelo
disponible y en todas las zonas libres que aparezcan en la ciudad consolidada
por pequeñas que sean.
Semejante devastación territorial
promovida por el equipo de gobierno, se está llevando a cabo gracias a
la complicidad pasiva de los grupos de la oposición, que pasado medio año de las elecciones municipales, miran para otro lado y parecen no querer enterarse
de los abusos y consecuencias desastrosas que este plan está creando y va a
crear progresivamente, hasta que sus
errores resulten irremediables e irrecuperables.
Algunos grupos políticos llevaban
en sus programas la conveniencia de
revisar y modificar el Plan General, sin que hasta el momento nadie haya conseguido algún resultado
concreto y práctico al respecto.
Quizás es que los problemas de la planificación del espacio urbano de Santander y del
condicionante permanente que ello supone para
la calidad de vida de sus vecinos no les parezca suficientemente importante, o no les
interese. Como si una vez conseguido el
puesto de concejal, el diseño del espacio de la ciudad
dejara de ser prioritario.
Recientemente se han hecho varias
modificaciones puntuales del Plan General. Todas ellas tienen en común que se
hacían a petición y en beneficio de banqueros, promotores y constructores. Lo
que se pide en El Pilón es lo mismo,
pero en esta ocasión para beneficio de la ciudad y sus habitantes. Se trata
de modificar el plan en esa zona para hacer algo que mejore los espacios públicos de Santander
y que no suponga la expulsión de los vecinos.
En definitiva, se pide cambiar el plan en ese barrio a favor de la
ciudad y de sus vecinos. Cuando se quiere se puede. Lo que pasa es que el
equipo de gobierno no tiene voluntad
política más que para defender
exclusivamente a los promotores.
Ya es sabido que el equipo de
gobierno del Ayuntamiento de Santander actúa como mero agente inmobiliario en
defensa de los intereses económicos de los promotores y no como representante y
garante del interés general de la ciudad y de sus habitantes. Lo que resulta
chocante es la inhibición y falta de iniciativa de todos los grupos políticos
de la nueva corporación en las nuevas y
actuales circunstancias. Esto les sitúa en una actitud de apoyo por
omisión, de la misma desvergonzada filosofía de destrozo urbanístico terminal
que pretende el actual Plan General vigente.
Hay que recordar a todos los grupos políticos
del ayuntamiento, bien sean del gobierno o de la oposición, que todos son corporación. Por lo que todos son corresponsables del mantenimiento de este desastroso plan,
mientras no hagan algo eficaz para evitar que acabe arrasando los pocos
espacios que aún quedan libres y expulsando de sus hogares a los actuales
habitantes de las 90 unidades de actuación previstas. La paralización urgente y
la revisión en profundidad de este modelo de urbanismo al servicio exclusivo de
intereses especulativos, debiera ser la prioridad absoluta de todos los grupos
municipales que, salvo el PP, incluían en sus programas electorales la revisión
del Plan General.
Santander 13
de Enero de
2.016
Plataforma en Defensa
de la Bahía
( D E B A )
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